miércoles, 18 de noviembre de 2009


"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que alos hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."-Miguel de Cervantes Saavedra-

Poco a poco me fui enfrentando, reconocer mis temores, mis angustias, conocer la respuesta al ¿por qué a mi? y también al ¿ ... y por qué a mi no? Como poder cambiar rumbos, llenarme de fe, esperanza, volver a creer y cicatrizar... ni las venditas, ni besos en la heridas me ayudaron, el tiempo quizás sólo ignoro, pero la verdad es que "uno" vive con penas recurrentes... esas que en medio de una conversación te hacen emocionar te hacen dar miles y miles de vueltas. Han pasado varios años y cada día logro hilar ideas y hoy resuelvo lo siguiente... la verdad es que no se pueden evitar las caídas. Habrá una historia repetida y repetida hasta el cansancio, dicha de muchas maneras...

Improvise un beso, un cariño cuando te toque, cuando nos tocamos... improvise cuando me di cuenta que haría sin ti.
Sí, ambos tenemos nuestras historias de amor, reconciliaciones (varias), sueños incompletos, miedos y temor a volver a experimentar,
pero la verdad es que no tenemos nada que perder mi amor, sólo necesito que cuentes conmigo... que logres tú libertad a mi lado.
Yo sigo feliz como la primera vez que me tope contigo, y no me alejaré de ti, hasta que lo dos no nos necesitemos más y créeme que lucharé y construiré sobre bases sólidas para nuestro amor... Sostuve una creencia: tú crees que se puede? ... entonces yo también.

Podríamos estar haciendo otras cosas, podríamos estar en otros lugares, con otras gentes, podría estar haciendo tantas cosas, pero no estoy haciendo nada, más que cuidarte, tenerte y amarte.
No nos abandonemos y sigamos arrastrándonos con penas ya pasadas... por que hoy por fin te tengo a ti.

Te amo amor... gracias por volver a sentir que puedo reconstruirme y ser feliz... que la vida me guardo este regalo, y que nada es tan amargo si estas aquí.